En la suspensión trasera multibrazo, tres brazos transversales y uno longitudinal por rueda (principio de cuatro brazos) absorben diferentes esfuerzos. De este modo, pueden configurarse dinámicas longitudinales y transversales de forma precisa y casi independiente entre ellas, con lo que se obtienen el máximo confort y estabilidad de dirección. Basta con hacer pequeñas modificaciones en la estructura de la suspensión trasera multibrazo para adaptarla a modelos con tracción delantera o en las cuatro ruedas.