Por cuestiones de seguridad, el sistema de frenos hidráulicos está dividido en dos circuitos de freno independientes. Dos ruedas diagonalmente opuestas forman un circuito de frenado, lo cual significa que cada circuito de frenos actúa sobre una rueda delantera y la rueda trasera diagonalmente opuesta.
Si uno de los circuitos falla, el segundo garantiza el frenado residual. Esto estabiliza el vehículo y evita los trompos mediante un radio de giro negativo.
Todos los modelos de SEAT cuentan con un sistema de frenado diagonal de doble circuito.