Un convertidor catalítico convierte las emisiones dañinas del tubo de escape del coche en gases menos perjudiciales antes de expulsarlos a la atmósfera. Consta de un catalizador químico (normalmente de metales preciosos, como platino o rodio), materiales cerámicos o metálicos, una carcasa y varios dispositivos normativos para controlar el proceso.
En función del diseño, el convertidor catalítico oxida monóxido de carbono a dióxido de carbono y agua, y/o reduce óxidos de nitrógeno a nitrógeno y oxígeno.
Cuando un convertidor catalítico es eficiente reduce el nivel de contaminantes presentes en el gas del tubo de escape hasta un 90 %. Los coches utilizan convertidores catalíticos de tres vías (motores de gasolina) y convertidores catalíticos de oxidación (motores diésel), con hasta dos y cuatro convertidores principales, en función del motor.
© 2024 SEAT, S.A. Todos los derechos reservados
