La calidad de la carrocería influye en las características de manejo, el confort, los niveles de ruido y, por supuesto, la durabilidad. La calidad es el resultado de la interacción entre el diseño y la fabricación. Las características que definen la calidad de una carrocería se componen de una gran variedad de factores:
La pintura, el sonido al cerrar las puertas, las dimensiones reducidas y regulares de los huecos y las juntas son signos de la más alta calidad de producción. Sin embargo, las prestaciones de calidad más importantes de la carrocería son invisibles: además de la seguridad pasiva y la amplia protección contra la corrosión, incluyen la rigidez de la carrocería. En SEAT, la elevada rigidez estática y la distribución uniforme de la rigidez consiguen el diseño óptimo de las características del chasis y el perfecto funcionamiento de las puertas y las tapas con las dimensiones más ajustadas de las juntas. Además, la excelente rigidez dinámica da lugar a un comportamiento favorable de las vibraciones de la carrocería y, por ende, a un alto nivel de confort.
Un criterio de calidad de la carrocería que se optimiza ya en la fase de diseño en SEAT es la facilidad de reparación. El factor decisivo es qué partes se dañan en qué tipo de accidente y con qué rapidez y con qué gasto de