En el acelerador convencional, una conexión mecánica (cables Bowden, barra de acoplamiento) transmite la orden de aceleración al carburador.
El pedal del acelerador electrónico envía un impulso electrónico a la unidad de control del motor, que coordina perfectamente la carburación y el control del motor.
Si está equipado con ESP, es imprescindible un acelerador electrónico. Por eso, todos los modelos de SEAT cuentan con esta prestación.