Los filtros de partículas diésel reducen el número de partículas de hollín que contienen los gases de escape de los motores diésel, garantizando así un número aún menor de emisiones y un rendimiento del motor más respetuoso con el medio ambiente.
En SEAT, el único sistema que instalamos es el que no necesita mantenimiento y no tiene aditivos. Sin embargo, el hollín depositado en el filtro hay que eliminarlo de todos modos para que el filtro no se obstruya. Para ello, el elemento filtrante de cerámica está dotado de un revestimiento que contiene metales nobles y que actúa de dos maneras:
1. Durante la regeneración pasiva, el hollín depositado en el filtro se convierte en CO2 de forma lenta y no destructiva. Este proceso se produce a partir de los 350 - 500 °C y tiene lugar de forma continua, especialmente en la conducción por autopista, sin que sea necesario tomar medidas especiales.
2. En caso de funcionamiento prolongado a baja carga, por ejemplo en el tráfico urbano, un aumento activo de la temperatura de los gases de escape hasta unos 600 °C se encarga de la regeneración adicional del filtro aproximadamente cada 1000 a 1200 kilómetros. A esta temperatura, las partículas acumuladas en el filtro se queman.
© 2024 SEAT, S.A. Todos los derechos reservados
