Todos nuestros coches son sometidos a un proceso que empieza con el recubrimiento del acero bruto sumergiéndolo en un baño de pintura cargada eléctricamente, con más imprimación de lo habitual. Asimismo, el proceso incluye el relleno de cavidades de la carrocería con cera caliente ecológica, base de PVC y capas de color y transparentes para mayor protección.