La manera más fiable de proteger el acero contra la corrosión es la galvanización. Durante la galvanización, el zinc no da lugar a una capa suelta sobre la lámina metálica, sino que se convierte en un compuesto estable inmune a los daños superficiales. El revestimiento galvánico de zinc, a una finísima capa de menos de 20 micras (millonésimas de un metro), permite tratar las superficies más finas. Es especialmente adecuado para las superficies visibles de la carrocería.
Una carrocería galvanizada o totalmente galvanizada reduces el riesgo económico, pues es garantía de seguridad y mantenimiento del valor y la vida útil del coche durante un largo periodo. La galvanización ofrece una protección óptima contra la corrosión, de modo que asegura integridad estructural del coche durante toda su vida útil. Para prolongar la vida útil del vehículo, es necesario hacer un uso sostenible de los recursos. SEAT ofrece una garantía contra corrosión de doce años en todos sus modelos.