La reducción del tamaño de los motores es la tendencia de la industria automovilística a fabricar motores más pequeños y de menor consumo sin que esto tenga ningún impacto en la eficiencia. La estrategia clave es sustituir la cilindrada y el número de cilindros mediante innovaciones técnicas como la carga o la inyección directa.
Un motor moderno de cuatro cilindros con turbocompresor suele alcanzar una potencia y un par motor significativamente mejores que un motor convencional de seis cilindros.
La mayor ventaja de la reducción de tamaño es que los motores son más económicos y respetuosos con el medio ambiente sin perder potencia.